Poco a poco he ido encontrándome conmigo, reconociendo quien soy y quién quiero llegar a ser, aprendiendo a perdonarme, a hablarme mejor y a tratarme con cariño. Me he dado cuenta de que yo soy responsable de lo que pienso, de lo que digo, de lo que hago y de lo que siento. Que lo que opinen los demás al respecto no es asunto mío. Cuando mi cuerpo habla a través del dolor, la angustia, el estrés, el malestar, la tristeza,  el insomnio, es hora de parar y darle una vuelta a mi existencia para escuchar qué necesito en ese momento.

Valoro la importancia de poner el foco en lo que sí quiero, sí me gusta y en el objetivo hacia el que me dirijo. 

Ahora me quiero, me acepto y me valoro, así que mi autoestima ha crecido hasta el punto de  permitirme por fin formarme para dedicarme a lo que me gusta, con lo que vibro alto y lo que más feliz me hace: Acompañar a otras personas en sus procesos de vida.

Después de vivir todo eso que te acabo de contar es cuando me he formado en : Coaching, Inteligencia Emocional y en Programación Neurolingüística. 

Así que si quieres te doy la mano y juntos recorremos el camino hacia tu bienestar tanto físico como emocional para que alcances ese objetivo que se te resiste.